Hace ya unas semanas que terminaron los Carnavales (al menos para mí); sin embargo, me resisto a dejar de preparar uno de los bocados más deliciosos que, en mi opinión, tiene el recetario de la cocina española: las torrijas. Como es natural, he variado ligeramente la receta, para combinarla con nuestras elaboraciones. Me gusta inventar, probar nuevas mezclas y sabores, y creo que combina estupendamente el dulzor de la torrija con el toque ligeramente ácido del cítrico de nuestra confitura de limón. Espero que prueben a hacerla y me dejen sus comentarios.
Ingredientes:
Pan casi duro (del día anterior)
Leche
Azúcar blanca
Canela
2 huevos
Aceite
Elaboración:
Cortamos el pan en rodajas, más bien gruesas, y lo ponemos a remojar en 1/2 litro de leche, que hemos calientado con azúcar y un poco de canela. Lo dejamos durante 1 hora en remojo para que empape bien.
Luego, batimos 2 huevos y ponemos el aceite a calentar. Cuando el aceite esté bien caliente, remojamos el pan en el huevo batido y lo freímos. Con cuidado, vamos cogiendo las rebanadas de 1 en 1, para que no se partan.
… Mi toque personal es el toque de la confitura de limón por encima, antes de servirlas, en lugar de ponerle azúcar o miel. ¿Cómo lo hice? Puse en un calentador 2 cucharadas soperas, un poquito de agua (como 3/4 de un vaso de café) y lo calenté un poquito. La idea es que la confitura se desligue un poco y quede con una textura más parecida a un almíbar. Luego rocié una cucharada por encima de cada torrija… ¡y listo!
